No hay una palabra exacta
como para pronunciar en este momento,
ni un verso solitario
que pueda desprenderse de mi corazón
y que llegue a tu corazón
en forma intacta.
No hay tiempo para recuperar
el que aún no hemos pasado juntos,
ni distancia que recorrer tomados de la mano
en nuestro pasado silencioso e invisible.
Los años pasan,
los días pasan,
la vida,
no debe pasar tan fácilmente como las hojas del calendario
que se desnuda ilusamente en la pared de enfrente
y que sin darnos cuenta,
nos envejece.
Los años
dejan viejos mis ojos y mis manos
y a mis zapatos les da ese color de pereza y cobardía
que se refleja en mis canas,
pero a ti,
te hacen más bella,
más sabia y más mujer.
Hoy
los años llegan nuevamente con su luz
iluminando tus ojos...
...y mis ojos,
regalándome un instante que sube del fondo de tus recuerdos y los míos
...como la primera vez...
y trae consigo el sabor de un beso apasionado.