Talcahuano (Cielo tronador)
No fue el cielo que tronó en esa noche
sino la tierra que sacudió tus raíces más profundas
y desnudó tu tallo de esencia marina y salobre.
Regó sobre ti el mar
sus lágrimas de furia
como cuchillos y sables afilados
sobre tu frágil arquitectura de Patria,
segando y destruyendo lo que el tiempo
erigiera lentamente desde tus entrañas.
Se desvaneció tu puerto de añoranzas litorales
y tu subliminal herrumbre costero.
No sonaron las campanas
cuando el martillazo terrible de una ola
arrancó tu belleza de un golpe
y tu corazón escupió la sangre de muchos inocentes
que dormían en tu seno.
Tus barcos serenos naufragaron,
tus escuelas sucumbieron
tus hijos corrieron asustados,
tus madres lloraron,
como lloramos todos;
Tu corazón partido,
tu textura ajada,
tus habitantes perdidos.
Bajo tus estrellas esta noche
hay ojos abiertos
bocas ávidas
y estremecidos infantes
que claman por tu regazo ausente.
Pero no estás perdido,
aún tu corazón rojo palpita tu fuerza
y tus habitantes humildes y honestos
se levantarán limpios para construirte nuevamente
izando tu bandera tricolor desde tus destrozos
y lavarán tus calles
y curarán tus heridas,
para llamarte nuevamente de Casa, de Hogar,
y gritar con fuerza tu nombre de Patria…
…¡Talcahuano!.
